Encuentro la calma en el verdor del parque, en soledad, conmigo mismo. La desconfianza en los ojos atentos al tiempo, en sus despachos, en grises edificios.
Encuentro mi sonrisa en las montañas,
donde la naturaleza desborda sus sonidos. El hastío en esos hilos invisibles, que te hacen una marioneta del poder.
Encuentro la absoluta paz en el viento,
cuando se cuela por mis oídos y alborota mi interior. Un profundo desprecio por aquellos
que permanecen dormidos por motu propio.
Encuentro cariño en las personas sinceras, que ningún demonio podrá corromper. Y una gran compasión por quienes mienten sin control.
Ellos hablan todo el tiempo Como una radio informativa sin pausas hablan sobre lo mal que está el mundo hablan de como todo es consumido por la sociedad hablan del ser humano consumista y materialista hablan de la pobreza que nos azota hablan del ecologismo, de la falta del mismo hablan del gobierno y sus robos enmascarados hablan de la inseguridad en las calles hablan de la inflación, de los precios hablan de la falta de autenticidad hablan de la frialdad hablan de la necedad hablan de la ausencia de amor hablan de religión hablan de política sentados en sus casas en sus oficinas en alguna plaza sin siquiera pensar en hacer algo ellos solo hablan.
Acompañamos esta foto del 2013 con una prosa de Valentín Rubio .El otoño en Mendoza, musa inspiradora de grandes artistas. Fotografia tomada por Geronimo Correa.
Otoño
El
poderoso otoño se cierne sobre la ciudad, se abre paso entre el cálido
verano, entra como sin ser visto, precursor del invierno, hasta bien
entrado su reinado. A su paso los árboles se tiñen, en algunos casos,
de un amarillo pálido, en otros, de un marrón muerto. Pronto sus brazos
inertes perderán follaje alguno, quedarán desnudos ante el invierno
próximo, ante inminentes heladas, cubiertos de hielo o nieve. Pero
todavía no llega el momento. El otoño es ese punto intermedio donde no
es abrumador el calor y donde el frío no llega a helarte los huesos;
nada es absoluto en el, sólo es un mensajero avisando el final de una
temporada y el comienzo de otra, quizá por eso me agrada. Los días
empiezan a acortarse y el oscuro reinado de la noche comienza a
alargarse, haciendo notar su presencia. También puedes notarlo en el
amplio e infinito cielo: las nubes se arriman tímidamente, dejando aún
al sol la libertad de entreverse, pero no en su totalidad. Nada es
total, nada está completo, sólo hay matices de un pasado y un futuro,
ninguno muy lejano, ninguno muy cercano. El otoño carece completamente
de espacio-tiempo, sin embargo, es visto siempre en la misma época,
siempre una vez al año, olvidado en la naturaleza del mundo.
El intocable,
Nicolino Felipe Locche, Nacido en Tunuyán (Mendoza) un 2 de septiembre de 1939.
Fue un boxeador Argentino que se consagró campeón mundial de la categoría
welter junior ante Paul Fuji en diciembre de 1968, en Tokio. Sumada esta pelea
a tantas otras que Nicolino consiguió ganar, perdiendo solo un pequeño
porcentaje de ellas se transformó en un gran referente del boxeo nacional.
El 11 de julio de
2011, la Municipalidad de Las Heras llevó a cabo la inauguración de la plaza
Nicolino Locche en el Barrio Las Compuertas II (ultima morada del Intocable).
Esta plaza posee 800 metros cuadrados, juegos
y espacio para el entretenimiento de los vecinos sumado a un monumento en forma
de estatua al boxeador.
Un cartel ubicado
frente al monumento dice: “ Nico, un Chaplin de espíritu alegre, le agregó al
boxeo su sello, su propia marca, su arte, su magia, su plasticidad, su
elegancia, su mirada hipnótica, su técnica depurada, sus fintas, sus visteos,
su inteligencia, su guapeza, su show, su locura, la belleza de su innata
condición de poeta de la nariz chata.”
“Adiós señor Locche,
hasta pronto Nicolino. Chau hermano querido y gracias por todo lo que me
diste.”( Adrián Dottori).
Aquí para cerrar
esta breve reseña de un gran referente en la historia deportiva local que
merece mas que una plaza en su honor les dejo una frase que se decía allá a fines de la década de los 60 por sus seguidores “ En el cielo las
estrellas, en el campo los molinos, pregúntale al japonés como pega Nicolino.”
ENTREVISTA “ Dos artistas callejeros: Hilacha y Estropajo”
"Hilacha y Estropajo"-foto: Geronimo Correa
En el ambiente del skate son mas
conocidos como Giorgio y Elso, dos personas que formaron parte de las raíces de
la historia del skate local en Mendoza y que ahí mismo se conocieron. Tiempo
después sus vidas se inclinaron a la música…
Ahora vamos a charlar un poco con
Giorgio, músico que alegra las tardes de muchos con sus canciones en la plaza.
- Hace cuánto trabajan en la calle? Qué estilo
de música tocan?
-Bueno, comenzamos a trabajar
hace 3 años y medio, comenzamos tocando cualquier cosa y terminamos tocando
“Swing” y “Klezmer”.
-Qué te llevó a la música?
-y… la música, la amo. De chico
me gustaba mucho la música celta, me hacia flashar. Uno por ahí no sabe cómo
llega, las cosas lo eligen a uno.
-Cómo influye en tu vida?
-Artísticamente es alimento para mi alma y si lo
tengo que ver desde un punto de vista laboral, me da de comer.
-Cómo dúo, hasta donde piensan
llegar? Tienen proyectos?
-Estoy armando un grupo musical y a la vez nos
manejamos como dúo, Elso también es parte del grupo (aclara Giorgio).
-Una vez , nos separamos porque nos fuimos de
viaje a distintos lugares y cuando nos encontramos, me quedó muy grabada una
frase que me dijo: “Gordo, yo sin vos me siento rengo”.
-Querés dejar
algún mensaje?
-Sí, uno sobre el arte callejero, emm, dejame
organizar las palabras “jajaja”
-El arte callejero, le da otro color a la ciudad,
alegra situaciones cotidianas en un lugar y momento determinados y
lamentablemente está prohibido por una ordenanza municipal que está vigente
desde la dictadura.
-Ahora todos los músicos nos estamos movilizando
para cambiar la situación y esperamos apoyo
-Quiero agregar que: “ Para el gobierno es mas
importante que un negocio venda C*** Cola a que un artista se pare en un lugar
a ofrecer música, malabares o artesanías.
Hola a todos, hoy quería hablar de una historia que solía
contarme mi padre cuando íbamos por la ruta camino a Tupungato, a mi corta edad
era algo mítico e impactante pero al ir en la ruta siempre paso casi
desapercibido conservando su misterioso enigma que para ese entonces era algo
por así decirlo “copado”. Así que decidí bajarme del auto el fin de semana
pasado y “chusmear” y capturar unos moments.
Es la historia de la “cruz
negra”, resulta que corría el año 1854 cuando Eugenio Bustos propietario en
campos tenía un peón llamado Raimundo Palleres. Hábil jinete, leal y honrado al
cual se le encomendó la tarea (nada fácil) de ir a cobrar unos dineros a Chile.
Cuando volvía del viaje por el mismo camino ya habiendo
cumplido la tarea, venia en su caballo y llevaba dos mulas. Quizá al haber
escuchado otros caballos o vaya uno a saber, presintió una emboscada. Después
colocó el dinero en las dos mulas y de un latigazo hizo que estos se fueran
solos a casa. Los chilenos que lo esperaban en un recado que hoy hace el camino
lo asaltaron y le dieron muerte.
Cuando don Eugenio Bustos se dio cuenta que venían los
animales solos pudo sospechar lo que había ocurrido. Finalmente lo encuentran
sin vida, allí mismo hicieron su tumba y pusieron una cruz pintada de negra
como esperanza de resurrección.
Cada quien que pasaba por ese lugar, rezaba a la cruz para
pedir protección y volver sanos y salvos a sus respectivas casas. Así surge un pueblo
devoto de la “Cruz Negra” llamada así por la gente.
“¡Caminante…cuando veas esa cruz donde comienza el valle
¡Detente …y medita!”
Bueno eso fue todo lo que nunca supe con claridad, espero
les haya gustado y les haya servido. Saludos!